El comienzo

Estábamos hoy Inés y yo procrastineando por Internet, para no perder las buenas costumbres, cuando nos ha llegado la inspiración. Hay un blog en El País en el que la escritora experimenta con algo nuevo al día. Aunque a nosotras no nos paguen, con lo que nuestras actividades no podrán ser tan fascinantes todos los días, lo vimos como una gran idea. Es una forma de obligarse a vivir experiencias nuevas, que de otra forma no se harían por falta de ganas o por la comodidad que supone lo conocido. 

El siguiente paso fue decidir hacer un blog, para así compartirlo con más gente y también para comprometernos y no dejarlo. De esta forma, nos iremos alternando las dos, cada día escribirá una. Así que me he puesto manos a la obra, con lo que he matado dos pájaros de un tiro, ya que nunca antes había creado un blog. No tiene mucha complicación, dado que existen páginas que te guían y está casi todo automatizado. Más allá de decidir el nombre y el estilo, poco más hay que hacer. Sin embargo, una vez creado el blog, no éramos capaces de crear una entrada, no sé si por fallo de la web o por nuestro limitado conocimiento informático. Con lo que me ha tocado volver a empezar otra vez, siendo ésta la definitiva, espero. El sistema está muy bien, muy sencillo, y permite que haya varias personas administrando el blog. Y hasta aquí la primera entrada. Estoy bastante entusiasmada con el proyecto, ahora tocará buscar ideas para los próximos días. Como nota al pie, comentar que la foto no tiene nada que ver, la hicimos en un mercadillo en Freiburg, pero me apetecía ponerla.